A todos aquellos que estáis siguiendo mi evolución como colchonero, habréis observado que ya llevo tiempo dándole una gran importancia al más noble de los nobles materiales de relleno para colchones como ha sido la lana en tiempos inmemorables.
Estoy totalmente de acuerdo que los tiempos actuales y el modo de vivir que tenemos quizás no son aptos para la labor de rehacer un colchón de lana 100%, pero también tengo que decir que el oficio de colchonero, no se ha extinguido del todo, todavía quedan, y quedarán.
En toda la investigación que estoy haciendo sobre este tipo de colchón, estoy descubriendo que países como Francia, Suiza, Austria y países nórdicos, la figura del colchonero artesanal, aquel que hace colchones muy bien hechos que casi parecen obras de arte, prolifera, es decir, que su trabajo es cotizado y muy bien valorado.
Lo que está claro, que en nuestro mercado el cual ha eclosionado e invadido de productos totalmente químicos, ha colapsado al comprador con múltiples combinaciones todas ellas totalmente artificiales, y que el público, está demandando cada vez más de artículos naturales así como reciclables, y la lana natural de oveja la cual hemos abandonado, tirado sus colchones a los containers, es el producto más natural y reciclable que nos podamos encontrar por sus múltiples ventajas que ofrece su fibra.
Así pues, quien tiene que hacer cambios es el propio colchonero y adaptar los artículos a la demanda actual. El público, tiene que descubrir a estos artesanos, los cuales son los que te pueden ofrecer un artículo bien hecho y saludable.
En mi evolución como colchonero industrial, he llegado a la conclusión de que tengo que ir apartando estos artículos totalmente sintéticos y acercarme más a la necesidad del público que exige y demanda cada vez más artículos naturales.
Y quiero aprovechar este artículo para enseñaros como ha sido mi metamorfosis profesional. Llevaba tiempo el cual en mi propio taller de colchonería, no tenía estímulo alguno ya que los colchones que estaba confeccionando era casi todo lo mismo, que si visco, que si látex, combinaciones distintas con los mismos elementos, pero había algo que no acababa de gustarme del todo y esto era que cuando se confecciona u colchón normal, lo que nosotros llamamos la platabanda, o para que me entendáis lo que es el lateral del colchón, es una simple faja la cual queda totalmente sujeta con el ribete perimetral en ambos lados, y veía como al sentarse, ésta solía salir para afuera y en caso de personas de peso aún más.
Fijándome mucho en los colchones británicos de alta gama, quise poner hilo a la aguja, recuperar las viejas agujas de mi padre colchonero, y aquí me tenéis haciendo ya colchones de alta gama con lana.
Y estos son mis últimos trabajos como artesano colchonero, combinando la artesanía de la confección de un colchón de nueva generación con el elemento más natural que ha existido siempre que es la lana natural de oveja.
Ya os iré contando.