Sentado en el sofá mirando la tele, viendo documentales los cuales nos ofrecen las devastadoras imágenes de las consecuencias sobre el cambio climático, y además viendo en las noticias que políticos con poder son capaces de firmar la retirada del acuerdo de París, pienso que esta labor no la debemos dejar solamente para unos cuantos que hacen lo que quieren a cambio de sus propios intereses.
Pienso que si todos participamos poniendo nuestro propio granito de arena.
Puede que consigamos granito a granito una gran duna.
En lo que a mi trabajo se refiere, pienso poner estos granitos y os explico;
Hasta ahora y de momento sigo haciendo colchones totalmente sintéticos, son polioles procedentes totalmente del petróleo, estamos hablando de los colchones de viscoelástica, de HR y así todos los elementos utilizados para la colchonería.
Esto, me ha hecho reflexionar y mucho, como también me ha hecho que haga un giro y un cambio para poner mi propio grano de arena.
En un artículo anterior a este, me preocupaba y mucho los residuos que podemos tener en unos años por la cantidad de colchones que se están consumiendo actualmente de estos productos.
Pues mi grano de arena consiste en cada vez fabricar menos colchones sintéticos y hacerlos de artículos totalmente natural, reciclables y biodegradables. Es por ello que el material que yo voy a utilizar cada vez más a partir de ahora es la lana natural de oveja.
Mirar este ejemplo que os pongo:
Supongamos que tenemos un viejo colchón de lana de los de la década de los años 70 del siglo pasado, pues nosotros somos capaces de dejar esta lana en muy buenas condiciones para poderle elaborar a nuestro cliente un nuevo colchón que el núcleo es de muelle ensacado y el resto es solamente lana, su propia lana.
El resultado de este colchón es el de un colchón muy longevo, puede tener esta segunda vida perfectamente unos veinte años sin problemas. Luego, cuando ya se retira este colchón como viejo, todo lo que hay en el colchón es totalmente reciclable de nuevo, el muelle es acero reciclable y de la lana se puede volver a convertir en fibra de lana la cual puede ser una alfombra o un calcetín.
Es por ello que he pensado que por supuesto, cualquier persona quiere contribuir a poner su propio grano de arena, pero también a su vez que no le afecte a su bolsillo.
Sabéis que el precio de un excelente colchón de muelle ensacado con lana natural, es más o menos lo que nos cuesta un colchón sintético, por ello he creado el colchón Pirenaic para economizar un poco el proceso de producción evitando las costosas costuras laterales en la platabanda, resulta que tiene un precio similar a los viscoelásticos.
El colchón Pirenaic, dentro de muchos años cuando lo retires ya de viejo, es totalmente reciclable, la gran cantidad de lana que contiene se podrá reutilizar de nuevo para otros usos.
Si realmente te preocupa el cambio climático y sus consecuencias, ve pensando en poner tu propio granito de arena.
Hasta pronto.