En mi afán en conocer a grandes maestros de cualquier tema relacionado con la lana de oveja así como también en colchones naturales con lana, este fin de semana he tenido el gran placer de estar con Melquiades Hidalgo.
He pasado un estupendo fin de semana en Lumbier (Navarra), junto al que es uno de los mejores esquiladores del mundo y el mejor en nuestro país, hombre con importantes premios internacionales en concursos de esquila, gran conocedor de las razas ovinas, pero quizás lo más importante, una excelente persona.
Melquiades Hidalgo, sí que es un puro transhumante, en su mejor época esquilaba 11 meses al año, desplazándose por todo el mundo, y cuando digo por todo el mundo así es, desde España hasta Nueva Zelanda pasando por toda Europa Central.
Melquiades como a todos, pues nos empiezan a pesar un poco los años y ya se lo está tomando un poco de más tranquilo y ha empezado una nueva trayectoria que es la de combinar la esquila selectiva con la fabricación de modo artesanal de colchones. Debido a sus contactos en Francia, lugar donde están los grandes maestros colchoneros, aprendió el oficio, y en la actualidad se dedica en su tiempo disponible cuando está en Lumbier en la fabricación de modo artesanal de colchones de lana al más puro estilo francés.
Mi intención de conocer a Melquiades, es para que me diese una primera formación para introducirme también a esta escuela colchonera y así entender la filosofía de los más puristas en mi oficio.
Como Melquiades tenía intención de comprarse unos capilletes colchoneros, yo me traje los míos propios para que así él pudiese familiarizarse con ellos.
¿Qué es lo que he aprendido de Melquiades? hoy por ejemplo día el cual estoy escribiendo este artículo, tengo todavía la cabeza espesa por el cambio que me ha hecho en la forma de pensar sobre las cualidades de las lanas. Me ha hecho un excelente seminario para entender que para hacer un excelente colchón, es fundamental el disponer de lana de gran calidad.
Además también he podido aprender algunas técnicas de costuras de las cuales yo personalmente estaba un poco precario, ahora sólo es cuestión de ponerme en mi taller horas y horas practicando hasta conseguir mi propio artículo, que como es habitual en mí, tiene que ser algo totalmente distinto ya que no me gusta ni lo evidente ni lo que hace Vicente, siempre tiene que ser algo diferente.
Muchas gracias Melquiades por habernos dado a mi mujer y a mi este fin de semana, dejándonos incluso tu casa, ya te iré informando de mis novedades.