Hoy os quiero explicar el motivo por el cual cuando tengo que rehacer un colchón viejo de lana prefiero poner el tejido nuevo, os lo voy a contar con la experiencia vivida con un cliente que quería aprovechar su tejido.
La tela del cliente, era una buena tela, pero la verdad es que quizás tendría unos cuarenta años más o menos.
Cuando aprovechamos los viejos tejidos, nos encontramos con colchones que son muy estrechos y a mí me gustan los colchones con mucho volumen, ya que no es lo mismo y lo voy diciendo muchas veces que cardar la lana nada tiene que aventarla, con el cardado triplicamos su volumen.
Pues en este caso, lo normal, me pongo a lavar la tela del cliente, y cuando ya la tengo seca, la plancho y me doy cuenta de que ha encogido un montón, se ve que era la primera vez que se lavaba esta tela. Mi sorpresa fue grande, me puse en contacto con el cliente y le propuse la solución de añadirle tejido del mío, a lo que el cliente accedió.
Así pues, aproveché la tela del propio cliente para hacer las tapas y lo que le corresponde a los laterales y el burlete, pues le puse tela nueva gris a rayas, yo pensé…….. uff a ver cómo va a quedar.
Pues nada, me puse a coserlo y a ver cómo quedaría.
Y el resultado final, quedó muy curioso. Lo que tampoco me gusta de aprovechar las viejas telas de los colchones es que tengo que poner los pompones donde antes habían las cintas, y a mí en particular me gusta otra distribución de los pompones, pero en este caso, la verdad es que me gustó como quedaba.
Me presenté en casa del cliente con ciertas dudas y le encantó mi idea, total que tengo un cliente satisfecho que me va haciendo buena propaganda.
Cliente contento, colchonero orgulloso.