La gran mayoría de los colchones actuales son con materiales sintéticos, polímeros de todo tipo, los cuales aunque el fabricante de origen manifieste que son transpirables, la verdad es que no lo son lo suficiente.
La lana de oveja, ha sido desde mucho tiempo el elemento principal para el descanso.
Las fibras sintéticas, no son tan transpirables como deberían ser, en cambio la lana además de su transpirabilidad, crea una mejor regulación de la temperatura, lo que reduce el ritmo cardíaco y permite dormir espléndidamente.
Durmiendo sobre un colchón que tenga bastante lana, se duerme totalmente seco y no hace sudar. Yo recomiendo mucho dormir sobre lana en verano, ya que al tratarse de una fibra natural, hace que estemos sobre un lecho seco.
Además, la lana también actúa como un natural ignífugo al estar sobre materiales libres de químicos, en caso de que hubiese un incendio en la cama, la lana puede quemar muy lentamente e incluso apagarse, además de que no libera gases tóxicos y es hipoalergénica.
Lo que más me gusta de la lana, es que no hay que causar ningún daño a un animal para obtenerlo, la lana, se obtiene de la esquila necesaria y anual que hay que hacerle a una oveja, muy al contrario de lo que ocurre en el mercado de las plumas de oca, las cuales yo no quiero trabajar por lo crueles que son algunos vídeos que he visto sobre este tema.
Por lo tanto, dormir sobre un colchón que tenga lana, lo convierten en una de las opciones más saludables que hay en el mercado actual. Lo recomiendo mucho.
Ahora estamos desarrollando el modelo Dundee, el cual tiene bastantes kilos de lana en un costado, y por el otro el cliente puede escoger entre latex o visco. Ya os lo iré mostrando.